La tradición y el significado de “La Liga de la Novia”

Llevar la liga de la novia bajo la falda del vestido es una tradición antiquísima, pero pocos conocen su historia y significado. Aquí te lo compartimos: 

Lo mejor es que te la pruebes antes del gran día y decidas a qué altura te resulta más cómoda, asegurándote que no se moverá en ningún momento ni se marcará aunque te hayas decantado por un vestido de novia de corte sirena muy ceñido. Y no hace falta recurrir a un liguero de novia, ya que es elástica.

Las encontrarás en diferentes grosores, sencillas o más trabajadas, con pedrería, adornos florales o con todo tipo de charms. En cuanto al color, y si bien el blanco es la tendencia mayoritaria, lo cierto es que también se comercializan piezas de otras tonalidades o que las incluyen: rosa, amarillo, rojo, marrón... ¡Incluso ligas negras de novia!

¿Qué se hace con la liga de la novia? Como hemos visto... ¡lo que cada una decida! En algunas celebraciones es la pareja quien quita la liga azul de novia para entregársela después a alguno de los invitados o, incluso, lanzarla. Pero también son muchas las novias que la guardan para dársela a una persona muy especial para ellas o bien que deciden regalársela a la próxima en casarse –algo similar a lo que sucede con el ramo de novia.

Hace cientos de años existían innumerables supersticiones y creencias infundadas relacionadas con el día de la boda. Una de ellas era la leyenda de que quedarse con un trozo del vestido de novia traía buena suerte, de modo que muchos invitados acosaban a la protagonista femenina de la jornada para arrebatarle parte de su ropa.

Esto hizo que las novias buscasen una solución: llevar un elemento en su vestuario destinado a entregarse a los invitados para que les diera suerte.

Otra tradición era utilizar la liga de novia como símbolo de virginidad y pureza. Al entregarla, se comprometía a perder esa inocencia en su noche de bodas. Era como una especie de prueba de que el matrimonio sería consumado.